El lugar de trabajo donde se realiza la actividad deberá cumplir la normativa en materia de prevención de riesgos laborales generando un lugar donde las condiciones de seguridad sean optimas y no se generen riesgos para los trabajadores. De esta forma los trabajadores podrán desempeñar su actividad de forma adecuada y segura.

Cuando se produce un accidente esto nos puede hacer pensar que las medidas preventivas implantadas eran insuficientes y se deberá estudiar y evaluar el suceso con el fin de eliminar el riesgo o reducir su probabilidad y gravedad.

Al realizar un análisis de la actividad encontraremos diferentes causas que puedan generar esos accidentes. Todas estas causas contarán con normativas específicas que nos marcarán directrices a seguir con el fin de eliminar esas causas de accidente.

Será el empresario el responsable de adoptar dichas medidas haciendo que estas formen parte de la empresa y sean conocidas por todos los niveles jerárquicos de la empresa.

Para la detección de los riesgos siempre es adecuado contar con la colaboración de los trabajadores ya que son ellos los que mejor conocen su puesto de trabajo y los que tendrán mayor conocimiento de los riesgos a los que pueden estar expuestos.

Con esa colaboración del trabajador será cuando el técnico de prevención podrá aportar sus conocimientos y las técnicas preventivas adecuadas para dar respuesta y eliminar los riesgos generados.

Todas las ocupaciones laborales independientemente de su ubicación, condiciones en las que se realizan y características tienen en común que se desarrollan en un lugar concreto.